HITLER Y LOS TRES CERDITOS
Una de las obsesiones de Hitler tiene una curiosa relación con una nueva forma popular de la iconografía monstruosa presentada durante los primeros años de la segunda guerra mundial. Según el psicobiografo Robert G.L. Waite: "A Hitler le fascinaban los lobos. Al principio de su carrera política escogió “Herr Wolf" como seudónimo. Y cita otros numerosos ejemplos del fetiche de Hitler por las transformaciones lupinas como llamar a la fábrica de Volkswagen “Wolfsburg”, identificarse a sí mismo como “Director Wolf” cuando llamaba por teléfono a Winifred Wagner, sus perros favoritos eran los alsacianos “ Wolfshunde en alemán; bautizó su cuartel general en Francia como “Wloffsschlucht (Barranco del lobo”; y el de Ucrania “Werwolf”……. y su permanente estima por la canción de Disney “¿Quién teme al Lobo Feroz?”, que le gustaba silbar.
Frank Churchill fue el compositor de la canción ¿Quién teme al lobo feroz?, que cantaban los tres cerditos en el clásico Los tres cerditos de 1933. La película se llevó un oscar al mejor corto al año siguiente, y la canción se sigue grabando y versionando aún hoy en día. ¿Quién teme al lobo feroz? fue una de los temas pop de moda, en boca de todos, durante La Gran Depresión. El éxito popular de la canción, pegadiza y con inesperado doble sentido económico y social, fue lo que decidió a Disney para dar un papel principal a las canciones en sus siguientes películas.
Frank Churchill repitió, pues, en el primer largometraje de la casa: Blancanieves y los siete enanitos, y se sacó de la manga un nuevo clásico instantáneo: Silbando al trabajar, otra canción a la que sacar punta social, en este caso laboral y en cadena.
Silbando al trabajar
cualquier quehacer
es un placer
si se hace sin pensar.
Por su parte, Frank Churchill alegró a los niños de la retaguardia aliada con las canciones de Dumbo, una de las cuales, “Baby Mine”, reportó a Disney un Oscar a la mejor canción. La carrera del compositor continuó con éxitos como Peter Pan o su póstuma Bambi. El 14 de mayo de 1942, poco antes del estreno de un largometraje animado para niños en el que se mataba a la madre del protagonista en los primeros minutos, Frank Churchill tomó una pistola y se pegó un tiro sentado en su piano.
Referencia: “Monster Show"- David J. Skal- Editorial Waldemar-2008/ http://absencito.blogspot.com
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