LA FANTASÍA DEL TERCER REICH

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en 1939, los hombres de Coca-Cola en Alemania , disponían de 43 fábricas, más 9 en fase de construcción y vendían  casi 5 millones de botellas al año. La relación de Coca Cola con su filial alemana Coca Cola GMBH era excelente , a pesar de que el Gobierno de Washington apoyaba en la contienda a Gran Bretaña, y continuó (los escrúpulos nunca han importado lo más mínimo a los hombres de rojo) hasta diciembre de 1941 , fecha de entrada de Estados Unidos en la guerra.

Los empresarios alemanes dueños de las embotelladoras, tuvieron que ingeniárselas para mantener y rentabilizar sus fábricas, que ya no podían fabricar Coca Cola. Había que crear una nueva bebida que posibilitara mantener en marcha todo el costoso equipo instalado. Se pensó en un refresco afrutado, aprovechando los sobrantes de los sobrantes, endulzado con sacarina y variando la calidad y cantidad de frutas con la disponibilidad de existencias. El brebaje solía contener fruta, pulpa de manzana empleada en la fabricación de sidra, subproductos de la industria del jamón y el queso, endulzado todo ello con sacarina y un pequeño porcentaje de azúcar.

 

Se había creado el producto que debía sustituir a la Coca Cola, pero faltaba el nombre comercial, que debía ser impactante y fácil de recordar. Y surgió “Fanta” , derivándolo de la palabra “Fantasie” (fantasía o imaginación en alemán)

 

Se registró la nueva bebida en Alemania, se creó una botella distintiva y se vendió lo suficiente como para mantener a las empresas activas durante el tiempo de guerra, incluso después de que los EE.UU. entraran en la contienda.

En territorio nazi, en plena batalla y siendo Coca-Cola una marca "non grata", los embotelladores se atrevían a incluir la frase "es un producto de Coca-Cola Gmbh" en las etiquetas, ya que así disponían de cierta garantía de calidad de cara al consumidor nacional.

En 1943 se vendieron más de 3 millones de cajas de Fanta , aunque la mayoría de las veces se utilizaba para endulzar las infusiones, ya que el azúcar estaba rigurosamente racionado.

En 1960, “Fanta” fue integrada definitivamente en el grupo Coca Cola, que compró la marca registrada e inició la exportación a Estados Unidos,  teniendo buen cuidado en ocultar el origen políticamente incorrecto de la bebida.

 

En la actualidad, esa bebida nacida en tan curiosas circunstancias goza de una extraordinaria popularidad, presentándose con 70 sabores distintos y siendo distribuida en 180 países.

   

 

Referencia: "Historias asombrosas de la Segunda Guerra Mundial" –Jesús Hernández.