COMUNICACIÓN NO VERBAL
En términos generales la comunicación no verbal puede definirse como la comunicación mediante expresión o lenguaje corporal desprovisto de palabras. En términos más concretos lo definiremos como un conjunto de signos (movimientos, olores, expresiones del rostro...) mucho más complejos que el lenguaje humano y con mayor contenido en cuanto a lo que expresamos tanto voluntaria como involuntariamente. Es decir, todo lo que hace referencia al "cómo se dice": gestos, expresiones faciales, movimientos corporales, el espacio que nos separa del otro,... Comunicación a través de la forma en que vestimos, en como nos mostramos -alegres o triste-, en como nos sentamos, si miramos o no a la cara, si halamos despacio o deprisa,...todo ello son signos que permiten a la persona que nos escucha hacerse una idea de quiénes y cómo somos. La comunicación no verbal utiliza distintos elementos: El paralenguaje Es el conjunto de características de las cualidades no verbales de la voz, tales como las vocalizaciones; ciertos sonidos no lingüísticos, como la risa, el bostezo, el llanto, el gruñido; ciertas distorsiones e imperfecciones del habla, como pausas repentinas y repeticiones y, silencios momentáneos, que utilizamos consciente o inconscientemente para apoyar o contradecir los signos verbales, kinésia, proxémica, etc. Estas son características de la voz que nos diferencian como individuos, aunque existen factores o elementos que influyen en aquellas por diversos motivos; estos pueden ser: timbre, intensidad o volumen, velocidad, tono, campo entonativo, duración silábica y ritmo. Al mismo tiempo comentaremos que también se encontrarán influenciadas por factores biológicos, psicológicos, fisiológicos, sociocultares y ocupacionales. La proxémica Es el estudio de la forma en que las personas utilizan el espacio (personal y/o social) para comunicarse. Por espacio entendemos el aspecto físico del lugar o la distancia para hablar. Existe para cada ser humano un espacio de la organización fija (el determinado por el modo social de satisfacer necesidades materiales, como comer, beber y dormir), un espacio de organización semifija ( el determinado por el agrupamiento de individuos, como ocurre en las salas de espera, en las terrazas de los cafés, etc.) y un espacio "informal” que comprende las distancias que vivimos inconscientemente con los demás: a) Distancia íntima: Es un espacio menor que un metro (desde 15 cm a 50 cm) y que se define por la percepción del calor, del olor y de la respiración del cuerpo de otra persona (la distancia del acto sexual y de la lucha). Diremos que es la más importante y es la que una persona cuida como de su propiedad. Sólo se permite la entrada a los que están emocionalmente muy cerca de la persona en cuestión: el amante, los padres, el cónyuge, los hijos, los amigos íntimos y los parientes. Hay una subzona que llega hasta unos 15 cm del cuerpo y a la que otra persona puede llegar sólo mediante el contacto físico: es la zona íntima privada. b) Distancia personal: Es un espacio de 50 cm a 75 cm, que designa la distancia fija que separa a los individuos que no tienen contacto entre sí, especie de caparazón que un cuerpo crea inconscientemente para aislarse de los demás. Podemos decir que es la distancia que separa a las personas en una reunión social, o en la oficina y en las fiestas. c) Distancia social: Es un espacio de 1 a 2 metros y medio, que marca el límite del poder que ejercemos sobre los demás, es decir, el límite a partir del cual la otra persona no se siente afectada por nuestra presencia. Esta es la distancia que nos separa de los extraños: el carpintero que hace reparaciones en casa, el cartero, etc. d) Distancia pública: Es un espacio que va más allá de los 2 metros y medio, y que se considera impersonal. Es la que está fuera del círculo en el que el individuo se encuentra directamente afectado. Esta distancia es bien conocida por los actores y los políticos. Estas cuatro distancias que constituyen el nivel cultural de la dimensión proxémica, "la dimensión oculta" de cada sociedad, varían pues, según las modalidades culturas de cada sociedad: el contacto sexual, la esfera personal o privada, la distancia de los intercambios verbales y del respecto jerárquico son diferentes en cada país. La kinesia o movimiento corporal. Es la capacidad de efectuar comunicación mediante gestos u otros movimientos corporales; incluyendo la expresión facial, el movimiento ocular y la postura entre otros. Este tipo de señales no verbales pueden ser específicas para cada individuo o generales. También podemos decir que algunas pueden tener la intención de comunicar mientas que otras son meramente expresivas. Y por último diremos que algunas nos pueden proporcionar información acerca de las emociones mientras que otras nos dan a conocer rasgos de la personalidad o actitudes. Referencia: Antropología de la gestualidad- Ray Birdwitistell / La comunicación no verbal: El cuerpo y el entorno-Mark L. Knapp-Editorial Paidós
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