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FRANZ

LA FORMA DE LA TIERRA

LA FORMA DE LA TIERRA

Una de las formas más sugestivas de la Tierra es la de un huevo. Los antiguos egipcios percibían la tierra como un huevo protegido durante la noche por la luna, «un gran pájaro blanco... como una oca que empolla su huevo». Los gnósticos, místicos cristianos de los siglos I y II , percibían también al cielo y a la tierra como un mundo huevo en el útero del universo. Una serpiente gigantesca estaba enroscada en el huevo y lo entibiaba, cuidaba, incubaba y a veces hasta se alimentaba de él. Beda el Venerable escribió en el siglo VII:

 

La Tierra es un elemento situado en el centro del mundo, como la yema en el centro de un huevo; alrededor de la tierra se encuentra el agua, como la clara que rodea a la yema; por fuera está el aire, como la membrana de un huevo, y rodeándolo todo está el fuego, que encierra al mundo como la cáscara al huevo.

 

Los griegos, mucho tiempo antes de que comenzaran a creer que la tierra era una esfera, ya discutían qué otra forma simple podría haber adoptado la Tierra. Heródoto ridiculizó la idea homérica de que la tierra era un disco redondo rodeado por el río Océano. Para él era evidente que la tierra debía estar rodeada por un gran desierto. La creencia en una especie de «ecuador» —una división de la tierra en dos partes iguales— fue anterior a la opinión general de que la tierra era una esfera.

 

Según Heródoto, el Nilo y el Danubio estaban situados simétricamente con respecto a una línea central que cruzaba los mapas griegos. Esquilo, el historiador Éforo y otros escritores griegos, imaginaban el mundo conocido como un bien proporcionado paralelogramo. El «ecuador», que en los mapas jónicos seguía el eje longitudinal del Mediterráneo, servía para explicar muchas cosas. Demostraba, por ejemplo, que el Asia Menor, que se encontraba situada a lo largo de ese eje y por consiguiente a medio camino entre las zonas extremas con respecto a la salida y a la puesta del sol en invierno y en verano, tenía el mejor clima.

 

La idea de una Tierra cuadrada fue muy atractiva para muchos pueblos. Los antiguos peruanos se imaginaban el mundo como un arca con un tejado a dos aguas donde vivía un gran dios. El universo de los aztecas estaba formado por cinco cuadrados, un cuadrado en el centro y los otros en cada uno de sus lados. Cada uno de estos cuadrados contenía uno de los cuatro puntos cardinales, que provenían del «lugar central», morada del dios ígneo Xiuhtecutli, madre y padre de los dioses y habitante del ombligo de la tierra. Otros pueblos concibieron el universo como una rueda, e incluso como un tetraedro.

 

Los mitos grandiosos y las metáforas han contribuido por doquier a que el universo pareciera comprensible, hermoso y lógico. Los personajes a quienes se atribuyó el papel de sostenedores del mundo han sido maravillosamente diversos. El Atlas de la tradición griega, que sostenía el planeta en sus hombros, es conocido por los europeos. En México había al menos cuatro dioses que soportaban el cielo, de los que Quetzalcoatl era el más importante. Una antigua imagen hindú mostraba una tierra hemisférica sostenida por los lomos de cuatro elefantes que a su vez descansaban sobre el caparazón hemisférico de una tortuga gigantesca que flotaba sobre las aguas del universo.

 

El «árbol del universo» era uno de los primitivos mapas del mundo más atractivo y difundido. El poeta védico explicó que así como un pequeño árbol podía levantar una roca a medida que crecía, un árbol lo bastante grande podría sostener el cielo. Y así surgieron las imágenes del árbol de la vida, o del árbol de la sabiduría, como el que crecía en el jardín del Edén, y muchos pueblos tuvieron su árbol sagrado, la más importante y sagrada residencia de los dioses, y donde celebran allí todos los días sus consejos.

 

Los sabios griegos advirtieron muy pronto, en el siglo v a.C, que la tierra era un globo. La primera evidencia concreta se encuentra en el Fedón, de Platón. Para entonces los pensadores griegos más consecuentes ya no consideraban la tierra un disco plano que flotaba sobre las aguas. Los pitagóricos y Platón fundaban su creencia en razones estéticas. Puesto que una esfera es la forma matemática más perfecta, la tierra debía tener esta forma. Sostener otra opinión hubiera sido negar la existencia de un orden en la creación. Aristóteles (384-322 a.C.) estuvo de acuerdo por razones exclusivamente matemáticas, y aportó algunas evidencias físicas. La tierra, en tanto ocupaba el centro del universo, había llegado a adquirir una forma esférica, y así continuaba. Puesto que todos los cuerpos que caen tienden hacia el centro, las partículas de la tierra, que llegaron desde todos los lados, cuando se agruparon formaron una esfera.

 

Además, los datos de nuestros sentidos nos prueban que la Tierra es esférica, pues de otra manera los eclipses de luna no adoptarían esta forma; si bien los segmentos son muy diversos durante las fases mensuales de la luna —rectos, convexos, en media luna— en los eclipses la línea divisoria siempre es redonda. Por consiguiente, si el eclipse se produce por la interposición de la tierra, la línea redonda resulta de la forma esférica de ésta.

 

La geografía matemática griega hizo progresos notables en la época de Aristóteles. Los griegos aún no tenían suficientes datos empíricos sobre la superficie de la tierra como para trazar un mapa útil del mundo, pero mediante la utilización de las matemáticas puras y de la astronomía hicieron apreciaciones notablemente precisas. Los escritores clásicos posteriores a Aristóteles —no sólo los grandes filósofos científicos como Plinio el Viejo (23-79) y Ptolomeo (90-168), sino también los enciclopedistas populares— dieron por supuesta y aun ampliaron esta idea de una tierra esférica. Este descubrimiento fue uno de los legados más importantes que hizo la sabiduría clásica al mundo moderno.

 

Pero la idea de la Tierra esférica no convenció a todos. Por ejemplo, algunos miembros de la Iglesia primigenia, miembros de la Sociedad zenética universal o de la Sociedad de la Tierra plana de Zión, mantuvieron/mantienen la  teoría de que la Tierra era/es plana y que la esfericidad de la Tierra no es más que un engaño conspirativo fácil de demostrar, utilizando la Biblia y el sentido común.

 

Por su extensión no las reproduzco, pero podéis leer las sorprendentes teorías de la Tierra plana ,por ejemplo, en  http://es.wikipedia.org/wiki/Tierra_plana , http://www.genteloca.com/elsalon/10459/la-sociedad-de-quienes-creen-que-la-tierra-es-plana y http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7546000/7546890.stm 

 

Referencia: Esto ya existió en la Antiguedad- Pieter Coll- Ediciones Orbis, S.A.

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