Ecosexualidad
Treehugger es una organización ecologista que junto con Greenpeace recopila una serie de consejos útiles para la práctica del llamado sexo ecológico.
Y es que para estar al día y poder ser lo que se conoce como un buen ecosexual, hay que tener en cuenta una serie de detalles antes de dar rienda suelta a las hormonas. El más simple es apagar la luz a la hora de retozar en la cama y, sobre todo, no olvidar bajar la temperatura del radiador de la habitación porque los cuerpos ya generan calor suficiente y hay que evitar el despilfarro.
Estos consejos están dirigidos a parejas que se preocupan por el medio ambiente y quieren poner su grano de arena para salvar el planeta. Se trata de intentar cambiar actitudes teniendo en cuenta la ecología todo el tiempo. Por ejemplo, ducharse juntos no sólo ahorra agua sino que puede ser algo muy excitante, aunque no hay que olvidar cerrar el grifo si se decide salir del baño y meterse en la cama.
La lencería erótica o las sábanas hechas de fibras de bambú, algodón orgánico o lino natural también pueden ser muy llamativas, lo mismo que las bragas de esparto que, a pesar de su mala fama, tienen su encanto. Hay que evitar el uso de cremas fabricadas a base de petróleos o que contienen aromas, sabores o colores artificiales. Hay alternativas orgánicas, dicen los ecologistas de Treehugger.com, como el aceite de oliva o por qué no, la mantequilla casera.
En vez de usar condones de látex, que para los alérgicos pueden llegar a ser un problema porque contienen enzimas lácteas y no son biodegradables, se recomienda el uso de preservativos hechos de tripa de cordero. Éstos no protegen contra las enfermedades venéreas pero evitan el embarazo. «Para las parejas monógamas que no desean tener más hijos, la esterilización puede ser una alternativa ecológica a tener en cuenta» dicen los autores de este manual ecológico.
La mayoría de los juguetes eróticos se fabrican con plásticos que contienen «ftalatos», unos productos químicos que sirven de ablandadores pero que son muy dañinos para la capacidad reproductiva de las personas. «Hemos hecho un estudio sobre los diferentes juguetes eróticos que se pueden comprar en internet y, sólo uno de cada ocho estaba libre de productos químicos peligrosos» dijo Jan Isakson, portavoz de Greenpeace en Suecia a los medios suecos.
La organización ecologista recomienda usar como alternativa consoladores hechos de cristal, metal, silicona o plásticos duros libres de los peligrosos «ftalatos» que están prohibidos en los juguetes para los niños.
Los vegetarianos saben mejor, aseguran en Treehugger.com, que aconsejan acostarse con personas vegetarianas porque la producción de carne requiere mucha energía y esto no es ecológico. A la hora de seducir con productos afrodisíacos, un buen ecosexual lo hace con una botella de vino producido de forma biodinámica y sin aditivos, o bien invitando a tomar infusiones de hierbas como el Ging-Seng, que pueden calentar la sangre de forma natural. Comer ostras u otro tipo de crustáceos conlleva vaciar el mar de estos animales, así que es mejor ofrecer un vaso de zumo de guaraná que, aparte de ser más natural, tiene el mismo efecto.
¿Apetece el sexo al aire libre?, pues antes de darse el revolcón hay que asegurarse de que la hierba del jardín no haya sido tratada con insecticidas o pesticidas que podrían envenenar el cuerpo. Y si se opta por el bucólico pajar, hay que estar seguros de que el heno proviene de cultivos ecológicos. ¿Tu pareja no quiere ser ecologista?... pues ¡cámbiala por una nueva!, aconsejan en Treehugger.com, e indican que el mejor lugar para ligar con verdaderos ecosexuales es la tienda donde se compra la comida ecológica.
Referencia : “La Razón” - Miguel Mielgo / http://www.treehugger.com
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