Los caganers/cagones
La figura más popular y polémica del belén navideño es la del caganer o cagón, indispensable en las representaciones del nacimiento en Cataluña y común en las de otras partes de España y Europa o, también, de Latinoamérica (México, Bolivia, Brasil, Puerto Rico, etc.)
El caganer o cagón , creación procedente de la imaginería popular, es un pastor al que se representa agachado, con los calzones bajados y las nalgas al aire, y defecando o en posición de defecar. En los pesebres murcianos se denomina cagones a esas figuras, así como en los de Andalucía, Aragón País Vasco y Navarra; en Portugal son conocidos como cagoes o caganeiros; en los nacimientos napolitanos se les llama cacaoni o pastori che caca, etc.
El origen de la figura del caganer o cagón como personaje del belén se remonta a finales del siglo XVIII o principios del XIX pero su existencia es muy anterior. Por ejemplo el precedente más directo que conocemos del caganer de pesebre es, sin duda, un relieve de mármol del siglo XVII y de autor anónimo, denominado La Virgen y la montaña de Montserrat, que se encuentra expuesto en el Museo de Bellas Artes de Valencia. El mencionado relieve representa la Madre de Dios con el Niño, y el macizo de Montserrat con todos los caminos transitados por una serie de personajes y romeros. En uno de estos caminos que circundan la montaña, y en su parte posterior, escondido tras una revuelta, se puede ver al lado de un árbol a un individuo defecando. Éste es el testimonio más antiguo del que se dispone sobre la presencia de un caganer dentro de un paisaje perteneciente a la iconografía cristiana.
Hoy en día, aunque los cagones se siguen representando como pastores ataviados con los vestidos y gorros típicos de la región donde se encuentren, puede elegirse también entre una gran diversidad de ellos con la figura de religiosos, guardia civiles, políticos, deportistas…, y hasta del mismísimo Juan Carlos I , Sofía, Felipe, Leticia y la Infanta Leonor.
Sobre la interpretación de los caganers en los belenes hay dos versiones. La primera versión se refiere a que estos personajes cualesquiera que sea su oficio o sexo, sucumbieron a la imperiosa necesidad de su organismo mientras se dirigían hacia el portal de Belén; y con su presencia, semiescondida entre un arbusto o roca, para no ser vistos desde el pesebre, recuerdan cuán humanos somos frente al prodigioso acontecimiento de la Navidad. Otra versión se debe al gran folklorista catalán Joan Amades, según el cual, la figura del cagón es una forma de invocar la fortuna, ya que se le atribuye a su función orgánica la facultada de abonar la tierra del pesebre, haciéndola fecunda y asegurando así, a quienes configuraron el belén hogareño, la salud y felicidad que tradicionalmente se demanda durante la Navidad. Al menos resulta una justificación que suena hermosa y esperanzadora.
Referencias: “Mitos y ritos de la Navidad” –Pepe Rodríguez / “El pessebre”-Joan Amades / “El caganer.La figura més popular del pessebre català” - Jordi Arruga y Josep Mañá.
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