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FRANZ

EL CAMARERO CEGATÓN

EL CAMARERO CEGATÓN

Dentro del mundo de la hostelería, se encuentra unos de los/las “indeseables” que te hacen sentir invisible y que todos hemos sufrido y sufrimos : el/la camarero cegatón o camarera cegatona . Es ese personaje, que se empeña en hacer ver a toda costa que no te ve, a pesar de que esté claro que tu posición entra dentro de su campo de visión sin excusa alguna.

 

El/la camarero/camarera cegatón/a es un “indeseable” que se suele dar especialmente en los meses de agosto y en locales de gran afluencia de público, donde estos “indeseables” adoptan la actitud de no mirarte para no tener que servirte hasta que les salga de los cojones/ovarios. Es moneda común encontrarte sentado en una mesa que está hasta arriba de basura del comensal anterior, pero el camarero/a cegatón/a pasa indiferentemente a escasos centímetros de ti mirando al tendido como si en ello le fuese la vida.

 

Pero el/la camarero/a cegatón/a no es un “indeseable” que actúe únicamente como forma de bienvenida, es decir, únicamente de entrada, sino que mantiene invariable su actitud hasta el momento mismo de devolver el cambio cuando ya se le ha pagado. Es realmente enojoso tener que estar continuamente girado de espaldas con los ojos como huevos fritos esperando que el/la “indeseable” en cuestión considere oportuno atender tus miradas de súplica.

 

Este tipo de personajes no solo actúa así cuando se trata de atender mesas, sino que son lo suficientemente “indeseables” como para poder actuar de la misma forma incluso en la barra de un bar y teniendo al cliente constantemente a escasos centímetros.

 

Cuando la mirada al tendido no es suficientemente explícita del poco interés que despiertas en ellos, usan la famosa “mirada láser” donde parece que la mirada se dirija siempre a un misterioso punto situado a pocos metros de ti, y pasando la mirada ¡a través de ti!.

 

Es una curiosísima experiencia recibir una mirada láser por parte de un/a “indeseable” cegatón/a, porque aunque uno pueda pensar que si en ese momento alzas los brazos y haces un gesto como señalizando a un caza para que pueda aterrizar en un portaaviones, el/la cegatón/a “indeseable” te verá….¡ No es así ¡ NO TE VE.

 

Quien ha experimentado este tipo de mirada nunca olvida la experiencia y todos coinciden en afirmar que tras esa sensación de “ser traspasado” por algo que iba más allá de la razón, habían sentido la necesidad imperiosa de salir de allí para no volver nunca más.

 

Se trata pues de una experiencia con “indeseables” solamente comparable a una abducción en un capítulo de Expediente X.

 

Contar los vampiros, el sistema más adecuado son los crucifijos. Contar este tipo de “indeseable” lo más apropiado es el “chisteo”, es decir; “ chhsssstttttt”, ese sonido inconfundible que todo profesional de la hostelería conoce perfectamente y que consigue anular esa fase transitoria de ceguera del/la “indeseable”. No dejes de usarlo a discreción, por mucha vergüenza que sientas, antes de que te lancen una mirada láser . Ése es un punto sin retorno.

 

 

Referencia : “Indeseables”-  Pep Torres

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