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FRANZ

SUJETADORES

SUJETADORES

En el transcurso de la historia los pechos han desaparecido de la vista pública. Alrededor del año 2500 a.C., las mujeres de la Creta minoica, por ejemplo, llevaban unos sujetadores que alzaban los pechos desnudos superponiéndolos al resto de la indumentaria.

 

En cambio, en el mundo clásico, de orientación muy masculina, las mujeres griegas y romanas se ceñían el busto con una faja para reducir su volumen, moda que reintroducirían siglos más tarde los Padres de la Iglesia. De hecho, desde su aparición en Grecia hace 4500 años, el sujetador y el corsé han sido las prendas principales con las que los hombres han intentado remodelar a las mujeres a su gusto.

 

En ciertos períodos, se idearon dispositivos para aumentar el tamaño de unos pechos considerados inadecuados según los cánones de la época. Los primeros anuncios públicos de lo que después se conocería como “postizos” aparecieron en París en el siglo XIX. El “perfeccionador del busto” consistía en unas almohadillas de lana que se insertaban en un corsé de ballenas. Más tarde, en aquel mismo siglo, las mujeres francesas pudieron adquirir las primeras almohadillas de goma, denominadas “pechos de limón” a causa de su forma y tamaño. Durante estas décadas, los sujetadores o sostenes eran simples ampliaciones de los corsés.

 

El primer sujetador moderno hizo su aparición en el año 1913, por obra de Mary Phelps Jacobs, una dama de la sociedad neoyorquina, que fue la responsable de la decadencia del corsé.

 

Las mujeres elegantes de la época llevaban corsés de ballenas y cordaje, que eran incómodos y dificultaban los movimientos. Sin embargo, a Mary Jacobs no le preocupaba la comodidad sino la apariencia, y en el año 1913 adquirió un carísimo vestido de noche para una fiesta de sociedad. Este vestido revelaba claramente el contorno de su corsé, por lo que la señora Jacobs, ayudada por su doncella francesa, confeccionó un sucinto sujetador sin espalda, valiéndose de dos pañuelos blancos, una cinta y un cordón. Las amigas que admiraron este improvisado modelo, tan ligero y práctico, recibieron uno como regalo, pero una carta de una desconocida, que contenía un dólar y el pedido de una de esas prendas, decidió a Mary Jacobs a presentar dibujos de su modelo ante la oficina de patentes.

 

En noviembre del año 1914, se le concedió una patente para el sujetador sin espalda y, ayudada por un grupo de amigas, Mary Jacobs confeccionó manualmente varios centenares de sujetadores. Pero sin el apropiado marketing, este negocio no tardó en venirse abajo. Casualmente, Mary Jacobs fue presentada poco después a una diseñadora de la Warner Brothers Corset Company de Bridgeport, Connecticut, a la que explicó su invención y cuando esta empresa le ofreció 1.500 dólares por los derechos de patente, Mary aceptó.

 

Aparecieron seguidamente innovaciones del modelo de Mary Jacobs. En los años veinte intervino la tela elástica, y en los treinta aparecieron el sujetador sin tirantes y las copas de tamaño estándar.

 

Ida Rosenthal, una emigrante judía rusa que, con la ayuda de su marido, fundó la Maidenform, introdujo las diferentes tallas de sujetadores.

 

Durante los años veinte, la llamada “flapper” era, la moda exigía en las mujeres un pecho plano y un aspecto más bien de muchacho. Ida Rosenthal, modista de oficio, alteró la tendencia al promover unos sujetadores que realzaban el busto. Combinando su propia experiencia como modista y los patrones de papel, agrupó a las mujeres americanas en categorías según el tamaño del busto, y produjo una línea de sujetadores tendente a realzar la figura femenina de las diferentes edades, desde la pubertad hasta la madurez. Su seguridad en el retorno del busto pronunciado como elemento de la moda creó la industria Maidenform, evaluada en cuarenta millones de dólares.

En los años sesenta, cuando las muchachas quemaban sujetadores como símbolo de liberación femenina, preguntaron a Ida Rosenthal si este movimiento señalaba la desaparición del negocio de los sujetadores, y ella contestó: “Somos una democracia. Toda persona tiene derecho a vestirse o desvestirse.” Y añadió: “Sin embargo, cumplidos los treinta y cinco años la mujer no tiene una figura que pueda prescindir del sujetador. El tiempo está a mi favor.”

 

Aunque parezca mentira, más de dos tercios de las españolas no usan la talla de sujetador apropiada para su tamaño de pecho, ni elige el tipo de sujetador más adecuado a su cuerpo. De hecho, hasta un 94% no sabe exactamente cuál es la talla que debería usar, y este desconocimiento podría, incluso, desembocar en serios problemas mamarios.
Alrededor del 30% de las consultas médicas por dolor de mamas, durezas o marcas está "relacionada con el uso de un sujetador inadecuado". Asimismo, las cefaleas, dolores de espalda y deformaciones posturales también tienen en ocasiones que ver con una mala elección del sujetador. Por ello, aunque se tengan en cuenta factores estéticos a la hora de escoger un sujetador, siempre ha de primar el confort.
A la hora de comprobar cuál es tu talla exacta de sujetador, es importante que sepas que la cifra que indica la etiqueta (85, 90, 95...) se corresponde con la medida del contorno, mientras que la letra hace referencia al tamaño de la copa. Para calcular la primera cifra tienes que medir tu contorno exactamente por debajo del pecho, y  para descubrir cuál es tu letra, tendrás que hacer lo mismo, pero a la altura de pezón ( la A será la más pequeña y la D la mayor).
 
También debes tener en cuenta que durante la menstruación el pecho aumenta de tamaño, por lo que no debes mediante en esos días, y que los senos suelen variar y cambiar de tamaño con el paso del tiempo, por lo que hay que comprobar su medida de manera periódica.

Para que te hagas una idea, la modelo Cindy Crawford o Kate Moss utilizan un 85 B.
 
Y como curiosidad, el encargo de  Howard Hughes a ingenieros de aviación para que diseñearan un nuevo tipo de sujetador de media copa que realzara el busto de la actriz Jane Russell.

 

Cronología

3000 a.C- Mujeres romanas utilizan bandas para sostener sus senos mientras hacen deportes, y para ocultar un busto adulto.

1600- El corsé se convierte en la pieza interior que moldea la figura femenina en forma de “S”.  El ceñidor dominaría en el vestir femenino hasta el siglo XIX.

1889- Herminie Cadolle inventa el Bien-être, una pieza interior compuesta de dos prendas: un tipo de sostén y un ceñidor.

1907 - El modisto francés Paul Poiret catapulta el brassière a la fama convirtiéndolo en una pieza interior imprescindible  para llevarse  con sus glamorosos vestidos.

1920- El sujetador de esta época se distingue por componerse de dos triángulos de tela unidos por una cinta.
Pero, también estaba en boga el busto pequeño, por lo que muchas mujeres utilizaban bandas u otros artefactos para aplanar el busto.

1930- Se enfoca la atención en el busto. Durante este período, las sweater girls se convierten en símbolos sexuales. Figuras como Lana Turner  lucían suéteres de cachemira y jersey de seda que pronunciaban sus pechos.

1940-50- Dominan las figuras voluptuosas y  predomina el sujetador puntiagudo. Para el filme The Outlaws, Howard Hughes comisiona a ingenieros de aviación para que diseñen un nuevo tipo de brassière de media copa que realce el busto de la actriz Jane Russell.

1960- Se pone de moda el busto pequeño. En Estados Unidos las mujeres queman sus sujetadores en señal de protesta. Se estila llevar la ropa sin sostén.

1977- Las deportistas Hinda Miller y Lisa Lindahl crean el sports bra. Su invención llamada Jogbra nace de la unión de dos jockstraps (suspensores).

1980- Madonna alcanza el estrellato poniendo de moda exhibir la ropa interior. La lencería goza de gran popularidad entre mujeres profesionales y fanáticas del ejercicio.

1990- La compañía Victoria’s Secret comenzó a ganar reconocimiento entre consumidores al utilizar en los noventa a top models en sus campañas y catálogos. Desde el 1996,  confeccionan un sostén de piedras preciosas de valor multimillonario para su colección Fantasy Bra. 

1993- Madonna se reinventa y su gira llamada Blond Ambition cautiva con un vestuario de brassières puntigudos diseñados por el francés Jean Paul Gaultier.

1994- El Wonder Bra conquista a las féminas que desean resaltar sus senos. Algunos estiman que en su apogeo, se vendía 1 cada 15 segundos en los Estados Unidos.

2000- En el nuevo milenio se  han desarrollado  sujetadores con copas de silicona que se adhieren al seno para un look ultranatural.


Referencia: “OKS”-Abril 2007

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