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FRANZ

EL HADA VERDE

EL HADA VERDE

Apodada El hada verde, la absenta es una bebida de alta graduación alcohólica comprendida entre los 45º y los 89,90º, de ligero sabor anisado, compuesta principalmente por flores de hinojo y anís y con predominio del ajenjo ( tríada a la que se le da el nombre de Santísima Trinidad) y en menor cantidad de otras plantas, y con fama de ser bebida alucinógena.

Tan legendarias como sus propiedades alucinógenas son las historias nunca confirmadas sobre su origen. Una de las versiones más populares sostiene que las primeras absentas se elaboraron alrededor del año 1792 en un convento suizo, que las monjas vendían como elixir medicinal , pero la más aceptada, al menos en Francia, apunta a que el licor fue inventado por los campesinos del valle de Travers, en Suiza, cerca de la frontera francesa, y que al principio era usada como medicina para curar varios males: fiebre, malaria, disentería, dolores menstruales.

En 1797 se abrió la primera destilería de absenta, Dubied Père et Fils, en Couvet. La popularidad de la bebida y su fuerte demanda hicieron que en 1805 construyeran una segunda destilería en Pontarlier bajo otro nombre: Maison Pernod Fils.

La popularidad de la absenta fue creciendo intensamente hasta el año 1840 cuando se ofreció a las tropas francesas como un medicamento antipirético. Cuando las tropas retornaban del frente compraban esta bebida en los bares y restaurantes de comidas económicas de la época. Se convirtió por aquel entonces en la imagen principal del movimiento bohemio, y la absenta al principio vendida en farmacias como bebida medicinal ,se hizo popular en Francia debido a la asociación entre los artistas y escritores románticos que tomaban esta bebida en el París de la última parte del siglo XIX , hasta que se produjo su prohibición en 1915, al entender que ingerir una cierta cantidad de absenta causaba alucinaciones y estados de locura.

Se ha dicho siempre que fue bajo los efectos de la absenta que una tarde de 1888 el pintor holandés Vincent Van Gogh se cortó el lóbulo de la oreja para dárselo a una prostituta. El legendario licor nacido en Suiza no conoció ni antes ni después una historia que ayudara tanto a su fama y su prestigio, que confirmara de manera tan cruda y romántica su reputación de bebida maldita, pero lo cierto es que tanto antes como después de Van Gogh otros artistas contribuyeron a alimentar la leyenda: Baudelaire, Picasso, Hemingway, Wilde, por ejemplo. Y la leyenda, que a la postre le costó ser prohibida, era que no se trataba de un simple licor; la absenta, se decía, tenía poderes alucinógenos, y por eso era la bebida preferida de los artistas como fuente de inspiración.

Pues ahora resulta que sí, que era simplemente un licor. Fuerte y poderoso, pero nada más que un licor.

Un grupo de científicos alemanes se han tomado el trabajo de recuperar 13 botellas de absenta fabricadas a finales del siglo XIX, justo antes de la prohibición, para someterlas a análisis y comprobar cuánto había de verdad y cuánto de mito en las historias que se contaban (y se cuentan). Las botellas forman parte de lotes antiguos fabricados en destilerías europeas y de EEUU en la época en que el hada verde causaba furor en varios países. A la cabeza de todos estaba Francia, donde, gracias en parte al esfuerzo de la casa Pernod, no solo había sido coronada como la bebida nacional, sino que había conseguido lo que parecía imposible: desplazar al vino.

Durante más de un siglo se ha dado por buena la siguiente teoría: si el consumo de absenta producía alteraciones mentales era gracias --o por culpa de, según el punto de vista-- a la tujona, uno de los componentes químicos del que a su vez era un ingrediente básico de la receta: el ajenjo. Se culpaba a la tujona de lo que llamó "el mal de absenta", estado que no solo incluía alucinaciones sino síntomas desagradables como parálisis corporal y demencia momentánea. Algunos estudios de mediados del XX probaron que los niveles de tujona en la absenta eran mínimos, pero los defensores del mito afirmaron que lo eran en la absenta producida tras la prohibición, no en la original. De ahí la necesidad de analizar botellas del siglo XIX.

Las conclusiones del equipo encabezado por Dirk Lachenmeier, integrante del Laboratorio de Investigación Química y Veterinaria de Karlsruhe (Alemania), confirman los estudios del siglo XX y desmontan parte del mito. Si Van Gogh fue capaz de cortarse el lóbulo bajo el influjo de la absenta, dice el científico alemán, fue porque estaba ebrio hasta la médula. El poder desestabilizador del licor maldito no estaba en la tujona ni en ningún componente químico capaz de hacer alucinar, sino en el altísimo contenido de alcohol.

"No hay nada en este licor aparte del etanol que explique el mal de absenta", explicó Lachenmeier en declaraciones a la revista Life Science.

La presión de la Liga Nacional contra el Alcoholismo y los viticultores franceses fue recompensada en 1915 con la prohibición de la absenta. Mucho después, en 1988, la UE levantó el veto. Los que la piden en bares y restaurantes suelen recordar su condición de bebida loca, y es poco probable que Lachenmeier y su equipo les hagan cambiar de opinión.

Digno de mención es el ritual de preparación de la absenta ( que se vende sin ningún problema en las tiendas de licores), y que no se bebe nunca sola sino mezclada con agua. Para ello los puristas que tengáis tiempo y paciencia, debéis utilizar, instrumental aparte (cucharita perforada y copa) absenta, agua y un azucarillo. Hay quien vierte el agua directamente sobre el azucarillo para que se mezcle con la absenta y se acabó, y quien carameliza el azúcar prendiéndole fuego como podéis ver en el vídeo. A mí personalmente, se prepare como se prepare, no deja de parecerme un agua con anís, con más fama que otra cosa. Eso sí, ojito con la graduación.



 

Referencias: “Wikipedia” /”El Periódico de Cataluña” -Científicos alemanes desmontan el mito psicodélico de la absenta- Marcelo Bernárdez

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