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FRANZ

Piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros

Piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros

Los piratas , del griego pirates, “bandido”, eran enemigos públicos, ladrones del mar, que no tenían ninguna influencia política y solo buscaban su propio beneficio ,obtenido del botín resultante del saqueo. Sus principales blancos eran buques o barcos, solo respetaban a los que portaban bandera pirata,  o pequeños asentamientos o colonias de bandera española o portuguesa, que  eran los países que monopolizaban el comercio entre Europa y el Nuevo Mundo, y cuyos barcos cargados de oro y plata suponían un gran botín.

 

Algunos de estos piratas navegaban a las órdenes del gobierno de su país,  atacaban a los barcos de sus enemigos para debilitar los poderes comerciales y económicos de los mismos. Tenían en su poder documentos , entregados habitualmente por un rey, que autorizaban aquello que ellos hacían, y que recibían el nombre de “Patente del Corso”, origen de la palabra corsario, aplicado a esos piratas. Lo cierto, no obstante, es que los corsarios no acostumbraban a cumplir los preceptos establecidos en estos documentos y las actuaciones las decidían los capitanes corsarios y sus tripulaciones. Así, cuando los corsarios no tenían misiones que realizar para su corona, no dudaban en atacar cualquier  buque que no llevara su bandera para quedarse íntegramente con el botín conseguido.

 

Hacia principios del siglo XVII, en las islas del Caribe, algunas pequeñas comunidades de colonos europeos, mayoritariamente franceses, se instalaron inicialmente en La Española, isla hoy conocida por Santo Domingo, compartida por Haití y la República Dominicana, en donde emprendieron el floreciente negocio de aprovisionar a los barcos de largo recorrido con carne fresca recién curada.

 

Las carnes de vacuno y de porcino se curaban siguiendo una antigua receta de los indios de la zona. Se construía un enrejado de palos, que los caribes llamaban barbacoa, debajo del cual encendían una hoguera de leña. Encima se colocaban lonchas de carne recién cortadas, alimentándose el fuego con ramas verdes, para que produjesen mucho humo, con una llama pequeña. La carne se secaba, se ahumaba, y se asaba al mismo tiempo, convirtiéndose en carne conservable, de color rojo-rosa, que desprendía una raoma tentador, y que se podía comer cruda, masticándola como si fuese un embutido, o guisarla al estilo tradicional, tras ablandarla con agua. Los caribes la llamaban boucan, y de ahí el nombre de bucaneros, dado a los que realizaban esa actividad comercial.

 

Tras ser expulsados en 1620 por los españoles , muchos bucaneros se refugiaron en la isla de la Tortuga, pequeña isla situada en la costa noroccidental de La Española, donde se unieron a otros aventureros de procedencia inglesa u holandesa , pasando a llamarse filibusteros, del holandés wrijbuiter, wrij “libre” y buiten “ saquear” y del inglés  freebooter “merodeador”,  designando a muchos de los piratas del mar de las Antillas en el siglo XVII, en especial a los ingleses y holandeses, que solían atacar poblaciones costeras y muy raramente a barcos.

 

Se organizaron en la llamada Cofradía de los Hermanos de la Costa, con sus propias  leyes no escritas, en realidad un acuerdo general al que todos se sometían precisamente para proteger su libertad individual. Estaban ligados únicamente por la conciencia de su Hermandad. No había ni jueces ni tribunales, únicamente una asamblea formada por los más viejos filibusteros.

 

Cuatro eran sus principales reglas:

 

1. Se prohibía todo prejuicio de patria o de religión

 

2. Quedaba prohibida la propiedad individual. Esto se refería a la propiedad de tierra en la isla.

 

3. La Cofradía no podía inmiscuirse en la libertad personal de cada uno. Las cuestiones individuales se resolvían personalmente. No se obligaba a nadie a partir en una expedición pirata. Se podía abandonar la Hermandad en cualquier momento.

 

4. No se admitían mujeres blancas libres en la isla. La prohibición se refería exclusivamente a éstas y se adoptó para evitar riñas, discusiones y odios. Sólo podían vivir en la isla las mujeres negras y las esclavas.

 

Todos los "hermanos" eran iguales entre sí e incluso disponían de una "Tabla de Indemnizaciones" para compensar a quienes resultaban lisiados. Era tal la fraternidad existente entre los hermanos de la costa que, antes de entrar en combate, cada se conjuraba con un compañero y en el caso de que uno resultase muerto en la lucha, el otro se convertía en su "heredero".

 

Referencia: Wikipedia / Palabras con historia Ediciones Del Prado-2002- Gregorio Doval / Caribe: filibusteros, bucaneros y piratas- Isaac Palomo de la Fuente

 

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