Blogia
FRANZ

La triste historia de Gracita Morales

La triste historia de Gracita Morales

Suele ocurrir que las grandes estrellas cómicas, que hacen reír a miles de personas, en su vida real son todo lo contrario de lo que representan  de cara al público. Dicen que Pepe Isbert era un tirano tacaño, sucio y pendenciero, José Luis Ozores , un impotente reprimido y con fuertes brotes pedofílicos, Manolo Morán ,un  machista, borracho y ludópata, José Luís López Vázquez , un putero y fetichista…. y Gracita Morales , que también tenía su lado oscuro, habitual consumidora de tranquilizantes y alcohol. 

 

Sin entrar en más detalles, esto no fue nada malo para ella, sino todo lo contrario, gracias a las drogas, ella era capaz de desarrollar sus personajes tal y como fueron concebidos, o sea, disparatados y en constante estado de delirio. Además ella controlaba muchísimo y nunca parecía “estar pasada de drogas” (Aunque en “Operación cabaretera” se le fue la mano, y sus pupilas estaban tan dilatadas que los ojos no fotografiaron en azul sino reflejando la luz de los focos, y la pobre parecía un muerto viviente). Una mezcla de valium- transilium -Anís del Mono, fue la responsable de la “expresión mística” de la cara de Gracita en “Sor Citroen” (Que le valió convertirse en la ídolo de todas las monjitas españolas, que veían en ella a su otro yo.

 

También Alfredo Landa en sus memorias "Alfredo el grande-Vida de un cómico" -Edit. Aguilar2008, le dedica unas páginas en las que describe el comportamiento despótico y desquiciado de Gracita en sus últimos rodajes de éxito.

 

Desgraciadamente Gracita tras su época de esplendor a mediados de los sesenta y principios de los setenta , pasó a padecer un infierno particular tanto en lo profesional como en lo personal.

 

En lo profesional su cotización bajó muchísimo; el tabaco y el alcohol habían acabado con su característica voz de pito, los directores de la época la veían como un símbolo franquista y pensaban que contratarla en plena transición no era conveniente, su físico se deterioraba por momentos (la cara llena de arrugas, la espalda totalmente encorvada, los ojos extraviados,…) y su imagen ya no era apropiada para comedias celtibérico—costumbrista , para las que teóricamente estaba destinada. Su memoria ya no era la que fue y era incapaz de aprenderse un guión de más de una página, y sus trabajos se redujeron a meras apariciones estelares en las películas de Ozores, en series de televisión, y sobre todo en las obras de teatro de Alonso Millán, en papeles secundarios (era un magnífica secundaria que con solo aparecer eclipsaba a todos los demás actores) y en plan friki, para que la gente se riera de ella y no con ella.

 

En lo personal, tras un período de unos diez años , los setenta, en los que estuvo sumida en una profunda depresión por el fracaso de su matrimonio, y dado que por sus achaques ya no podía vivir sola y necesitaba de atención, vendió su casa y se trasladó a casa de su sobrina,  a quien idolatraba y consideraba como una hija.

 

La tal sobrina , actriz fracasada, falta de talento y nula intérprete que achacaba su falta de éxito a la fama de su tía, empezó a cobrarse todos sus fracasos y convirtió los últimos años de Gracita en los peores de su vida. Para empezar, se ocupó personalmente de la carrera de su tía, obligándola a trabajar en los papeles más denigrantes bajo la amenaza de cortarle el suministro de tranquilizantes y alcohol, los únicos consuelos de Gracita, y además gastándose todo lo que le pagaban.  Ella fue la encargada de filtrar a la prensa los rumores de que Gracita estaba completamente senil y que por caridad ella la cuidaba como si de su madre se tratase y de forma totalmente desinteresada…..pero eso sí, cobrando todas las exclusivas concernientes a su tía. Muchas veces llevó a Gracita a Urgencias , por sobredosis de tranquilizantes, tan solo para cobrar la exclusiva  y gastarse alegremente el dinero en sus caprichos. También hizo creer a Gracita, que estaba totalmente olvidada, sin fans y que todas sus películas eran un fracaso de audiencia en televisión (cobrando en su nombre todos los derechos de imagen) y que ya nadie se acordaba de su época gloriosa. Del dineral que ingresaba de autores cada mes, Gracita solo obtenía una botella de Anís del Mono por semana, y su dosis de tranquilizantes.

 

Totalmente destruida y en permanente estado de intoxicación química y etílica, Gracita no podía durar mucho tiempo, y al final pasó lo que tenía que pasar, y murió en 1995 en loor de multitud (su sobrina volvió a cobrar la exclusiva de su muerte), para convertirse en un mito del cine español de todos los tiempos y en ídolo de las generaciones venideras que la idolatraban de manera irremediable.

     




Referencia : “ Mondo Brutto” nº 18—Versión suavizada y ligeramente retocada.

Muy triste historia sobre María Gracia Morales Carvajal , nacida en Madrid el 11 de noviembre de 1928 y muerta en esa ciudad el 3 de abril de 1995, una de las actrices  cuyas películas vi y veo con cariño (todo lo contrario de lo que me ocurre con los truños de Paco Martínez Soria), y que no se mereció tan triste final. 

La castellonense Mònica Gozalbo, licenciada en Comunicación por la UPF, ha publicado una tesina titulada “La actriz cómica del cine español”, en la que relata la vida de Gracita “lejos de la mitomanía bizarra, detectando los rasgos propios de su comicidad, observar los mecanismos de comedia en los que ella era pieza clave y describir, en definitiva, la manera en que Gracita nos hizo reír”.

Habrá que conseguir la tesina.

0 comentarios